Como Sindicato de Inquilinas de Madrid, salimos a las calles para reivindicar la lucha por el derecho a una vivienda digna, desmercantilizada y universal en el marco del 1º de mayo interseccional y de clase, un lugar de encuentro en el que coincidimos variocolectivos y sindicatos de base que nos unimos un año más frente al capitalismo bajo el lema “Sostener, Tejer y Agrietar”.

Nos movilizamos juntas porque esistema actual nos fuerza a vender nuestra fuerza de trabajo por salarios cada vez más bajos, y a su vez nos roba nuestro sueldo obligándonos a pagar un alquiler para vivir. Tenemos rabia, pero también ilusión. Queremos acabar con este sistema que se lucra con nuestras vidas, especula con nuestros derechos, se aprovecha de nuestras enfermedades y nos deniega condiciones de vida dignas. Para que otro mundo posible sea realmente nuevo, y no una versión disfrazada del anterior, nos organizamos día tras día para demostrar que estamos juntas y que podemos ganar. Porque lo hemos visto en nuestros bloques y asambleas: cuando nos juntamos contra el rentismo, ganamos a Blackstone, a las hermanas Castro Lomas, a la VOT, a Alquiler Seguro y a cualquier especulador que quiera aprovecharse de su posición de poder.

Luchamos diariamente porque los alquileres nos enferman y porque no queremos más desahucios sin alternativa habitacional. Luchamos frente a un sistema rentista que especula con nuestras casas y nuestras vidas y por que, de una vez por todas, las inquilinas tengamos el derecho de poder vivir una vida digna. Porque sabemos que la situación que vivimos no es algo inevitable, sino el resultado de decisiones políticas tomadas a favor de los rentistas, de un sistema que nos explota tanto en el trabajo como mediante el cobro del alquiler cada mes. Salimos para gritar algo y fuerte ¡las casas para quien las habita!

Pero también luchamos para que las condiciones laborales sean dignas y que no exista acoso laboral por el hecho de ser mujer o disidente. En este contexto de acoso a la clase trabajadora, reclamamos el derecho a la libre afiliación y a la organización sindical, sin importar el tipo de relación laboral o la situación administrativa. Y que cese la persecución a las personas represaliadas que están cumpliendo o esperando condena. Queremos tener pensiones dignas y no empobrecernos al alero de su privatización. Exigimos una educación gratuita y de calidad para todas. Nos manifestamos por una sanidad pública y universal para que se respete la autonomía y dignidad de las personas en todo momento. Luchamos contra el racismo y por la regularización de las personas extranjeras porque ninguna persona es ilegal.

Por todo eso y más, salimos combativas a las calles de Madrid para seguir construyendo nuestras alianzas desde la interseccionalidad, como ensayo de ese nuevo mundo que está por venir, creando vínculos comunitarios, tejiendo redes de complicidad y apoyo mutuo. Porque nuestra lucha diaria contra el rentismo es una lucha de clase, de esa clase trabajadora que no parará de plantar cara hasta que la dignidad se haga costumbre.

¡SOSTENEMOS la vida de todes y las resistencias!

¡TEJEMOS redes, complicidades y luchas!

¡AGRIETAMOS EL SISTEMA!