Mañana jueves 29 de mayo a las 17h, 16 familias organizadas en el Sindicato de Inquilinas firmarán nuevos contratos de alquiler después de una lucha sindical
que ha durado varios años con la plataforma Plan Sareb. Esta victoria es fruto de la organización colectiva que se ha sostenido con asambleas de bloque, junto con el Nodo de la Zona Sur de Madrid del Sindicato.

El edificio, adquirido por Sareb en 2018, se convirtió desde entonces en el escenario de una amenaza de desahucio injusta y prolongada. Aunque Sareb es una entidad de titularidad pública, ha actuado como un fondo buitre, intentando desalojar a familias que habitan dichas viviendas. Además, lo que debería ser vivienda pública es gestionado por multitud de fondos y empresas privadas como Blackstone, Servihabitat o KKR.

Mientras el Gobierno promete construir más vivienda pública, nos preguntamos: ¿por qué construir más si ya existen miles de viviendas en manos de Sareb que podrían destinarse a este fin? Nos oponemos de forma rotunda a la construcción de más vivienda en un contexto de crisis ecológica cuando tenemos miles de viviendas vacías y pisos turísticos que pueden recuperarse para su uso social.

El Ejecutivo no puede seguir mirando hacia otro lado. Sareb gestiona decenas de miles de viviendas en todo el Estado. El Gobierno tiene la responsabilidad de convertir todos esos bloques en un verdadero parque de vivienda pública, expulsando a los fondos privados de su gestión y garantizando el derecho a la vivienda.

Desde Casarrubuelos, lo decimos claro: si la propiedad es pública, el uso también debe serlo. Esta victoria es solo un paso más. Toca seguir luchando para recuperar todas las viviendas de Sareb y acabar con la dinámica privatizadora de lo público. Casarrubuelos demuestra que sí se puede: que con organización, lucha y solidaridad, es posible revertir la lógica especulativa que ha regido hasta ahora la gestión de Sareb.