El racismo estructural e institucional es uno de los grandes responsables de la discriminación inmobiliaria que enfrentan las personas migrantes y racializadas al intentar acceder a una vivienda digna. Este racismo no solo limita nuestro acceso a la vivienda, sino que también nos expulsa de nuestros barrios, aumenta nuestra criminalización y la violencia policial que sufrimos y, además, complica la regularización de nuestros papeles, ya que se nos exige tres años de empadronamiento para poder solicitar documentación mientras se ha normalizado la negación de empadronamiento por parte de los caseros.
Esta guía surge como una respuesta concreta y necesaria para organizar desde la base y el sindicalismo a quienes enfrentamos estas injusticias. A través de herramientas prácticas, se busca no solo denunciar estos abusos, sino también impulsar acciones legales, sindicales y campañas de comunicación para acabar con el racismo inmobiliario. Además, la guía ofrece consejos útiles para quienes alquilan habitaciones sin contrato o enfrentan abusos en las condiciones de habitabilidad, fortaleciendo la organización y resistencia colectiva de las comunidades migrantes y racializadas.
Este recurso es una herramienta vital en la lucha contra un sistema que convierte la vivienda en un negocio que alimenta la desigualdad y el racismo. Desde el Sindicato tenemos claro que el rentismo es racismo y que debe ser combatido con firmeza, organización y solidaridad. Al igual que nuestra organización logra pararle los pies a fondos buitre, inmobiliarias y empresas de desokupación, la respuesta contra el racismo inmobiliario también vendrá de nuestra acción colectiva. Por ello, la guía no solo aporta claridad y recursos prácticos, sino que también propone una mirada crítica y activa frente a un sistema que sobrevive a base de reproducir injusticias. Y que solo lograremos abolir juntas y organizadas.
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